Todos somos conscientes de que el futuro de los motores marinos pasa por la electrificación o, al menos, por soluciones que minimicen la combustión de derivados del petróleo. Pero también sabemos que aún se está muy lejos de conseguir motores marinos eléctricos con la potencia, aceleración y prestaciones de los actuales motores de combustión.
El proceso está más avanzado en soluciones intraborda, con iniciativas como las de Volvo Penta, por ejemplo. En motores fueraborda, se ha avanzado notablemente en los motores de proa, como en el caso de Minn Kotta y sus excelentes motores eléctricos con ancla virtual por GPS.
Sin embargo, si hablamos de motores de potencia media o alta, la electrificación aun no puede sustituir al tradicional motor diésel o gasolina.
Aún así, los esfuerzos de los mejores fabricantes auguran avances importantes. Naturalmente, se está empezando por pequeños motores que servirán de base para futuros desarrollos. Recientemente Tohatsu y Honda alcanzaron un acuerdo de desarrollo conjunto de un sistema de propulsión eléctrica de 4 kW para pequeñas embarcaciones, que adopta el “Honda Mobile Power Pack”, una batería extraíble y portátil y reemplazable para alimentar el sistema de propulsión eléctrica.
Es, sin duda, una clara muestra de la apuesta de Tohatsu y Honda por el proceso de descarbonización y de contribuir a la desaparición de emisiones de CO2.