Es una pregunta recurrente para quienes tienen una embarcación sin motor intraborda. ¿Qué conviene más un fueraborda de 2 tiempos o uno de 4 tiempos?
No es una pregunta fácil de responder en términos generales. La diferencia principal entre ambos tipos de motor es el proceso interno para generar energía. Para no ponernos demasiado técnicos, cabría resumir que un motor de dos tiempos realiza los procesos de admisión y compresión en una fase (primer tiempo) y los de combustión y escape en una segunda fase (segundo tiempo). Por el contrario, el motor de 4 tiempos lleva a cabo cada uno de estos procesos de forma independiente.
Pero ¿Cómo se traduce esto en las ventajas y desventajas de cada uno de ellos? En primer lugar y, como dato destacado, hay que mencionar que los motores de 2 tiempos consiguen una mayor potencia que el de 4 tiempos con la misma cilindrada.
Además, su construcción es más sencilla lo que supone un peso menor y, generalmente, un precio menor. Pero aquí se acaban las ventajas.
El gasto de combustible es mucho mayor en los motores de 2 tiempos. No solo su eficiencia energética es más baja sino que la emisión de gases contaminantes es mucho mayor. Esto, unido a un alto nivel de vibración y ruido, hace que la experiencia de navegación con los motores de 2 tiempos no suela ser suave.
Además, en los motores de 4 tiempos son más amplios los intervalos entre las explosiones internas, lo que significa un menor desgaste de los componentes y una mayor fiablidad.
En definitiva, si lo que se busca es potencia sin ninguna otra consideración, el motor de 2 tiempos es una buena opción. En pequeñas semirrígidas o pequeños botes, el menor peso de un motor de 2tiempos también puede inclinar la balanza a su favor. Sin embargo, para la gran mayoría de casos, el motor de 4 tiempos es la alternativa más recomendable.