El mercado de los barcos de ocasión es amplio y diverso. Comprar un barco de segunda mano es una buena manera de poder disfrutar el mar a un precio más asequible.
Sin embargo, igual que ocurre con un coche de segunda mano o con una casa usada, es conveniente considerar algunos aspectos.
Lo primero es tener en cuenta que, a la hora de elegir el barco y el presupuesto, es recomendable calcular otros costes como el amarre (o remolque), el mantenimiento, el invernaje y los seguros. Evidentemente, hay que elegir el tamaño y tipo de barco acorde a la titulación náutica de que se disponga.
Además, hay una serie de consejos que le evitarán disgustos:
1– Realizar las comprobaciones necesarias.
Lo ideal es poder hacer una inspección a flote y otra en seco. En la primera, es importante fijarse en posibles grietas o deformaciones y comprobar la estanqueidad de herrajes, pasos de palo y fogonaduras, principalmente.
Es importante comprobar el buen funcionamiento de los equipos de navegación (sonda, luces, GPS, radar, control de mandos, etc). Solicitar la última ITB realizada y el certificado de navegabilidad le aportará una garantía sobre el buen estado de estos dispositivos. Asimismo, asegúrese de que la embarcación dispone de todos los manuales de instrucciones necesarios.
También resulta indispensable comprobar el buen estado de los cables eléctricos y los grifos de fondo, el buen funcionamiento de la bomba de achique y detectar posibles señales de ósmosis.
En la inspección en seco, es esencial fijarse en la presencia de raspaduras, varadas, roturas o zonas metálicas con corrosión, así como comprobar la perfecta alineación y movilidad del timón y los ejes de las hélices.
2– Disponer de información del motor.
Tener a mano el libro de mantenimiento y los documentos de las últimas revisiones o reparaciones le dará una visión del estado del motor. Recuerde que en su buen funcionamiento influyen aspectos como las correas, los filtros y las baterías.
3– Hacer una prueba de navegación.
Sin duda, salir con el barco a navegar, es una de las mejores formas de comprobar su estado. En este momento puede comprobar los equipos de navegación y detectar posibles problemas del motor: arranque, humo, vibraciones, sobrecalentamiento…Por ello, es importante que en la prueba de navegación se ponga el motor a su velocidad máxima y ver si el motor alcanza la velocidad y las revoluciones que se especifican en su documentación.
También es apropiado atracar el barco o acercarlo a muelle para probar la marcha atrás y comprobar la maniobrabilidad de la embarcación.
4– Revise los equipos de seguridad.
Si bien no es obligatorio que un propietario le proporcione todo el equipo de seguridad, revisarlo le evitará riesgos: compruebe si es necesario adquirir nuevos salvavidas, antorchas o extintores. Si la embarcación ya dispone de ellos, compruebe su estado y si cumplen la normativa (etiquetado CE).
Como último consejo, considerar que si bien una operación entre particulares puede resultar más económica, comprar a través de una empresa especializada y con trayectoria contrastada no solo le evitará posibles disgustos sino que le aportará la tranquilidad y garantía de que estas comprobaciones ya han sido realizadas minuciosamente, además de facilitarle los trámites de la operación y los certificados necesarios.